martes, 26 de noviembre de 2013

EL GALLINERO EN CASA


A todos nos encantan unos buenos huevos fritos, con su puntillita, su delicioso sabor y sobre todo con  esa preciosa yema de color naranja, casi roja.



Por desgracia no todos los huevos que se venden reúnen esas características. En demasiadas ocasiones son insípidos y de muy mala calidad. Las razones son bien conocidas, empezando por la patética vida a la que son sometidas las pobres gallinas ponedoras y a la baja calidad del pienso que reciben como alimento. Como no quiero formar parte de ese triste negocio, ni pagar un céntimo por unos huevo basura, he decidido ponerme manos a la obra, construir un gallinero y criar mis propias gallinas para que produzcan huevos de calidad.


Lo primero es buscar el sitio apropiado y creo que he encontrado el lugar perfecto.  Es una zona del huerto bastante soleada y bien protegida del viento.
Después de quitar una buena capa de tierra fértil que me vendrá bien en el huerto y alisar el terreno, voy a preparar un techado para que en verano el gallinero este fresquito y para que la lluvia, el hielo y las inclemencias no molesten a mis preciosas gallinitas el resto del año. Además no hay nada peor que un gallinero empapado tras un chaparrón.

Una cosa muy importante es la seguridad para nuestras ponedoras y se debe cavar una zanja profunda alrededor del perímetro del gallinero y rellenarla con piedras, cemento, hormigón, etc.....para que ningún zorrillo o comadreja pueda cavar un túnel, entrar en el gallinero y comerse las gallinas.
Y os aseguro que lo hacen.

Yo he cavado una zanja, he echado una base de cemento y sobre ella unos rasillones que tenía por ahí.


Lo siguiente es conseguir los materiales para el tejado y para el gallinero. Vamos a intentar que casi todos los materiales sean reciclados.






Para las vigas he conseguido unos premarcos que ha quitado un amigo en su casa.
Lo primero será lijar y cortar a la medida necesaria.









 

              







          El cambio será espectacular y muy gratificante!!













Después de mucho trabajo y de barnizar todos los tablones y listones llega el momento de montar la cubierta del gallinero.


Lo mejor de todo es que estoy aprovechando un montón de cosas que tenía por todas partes y eso me encanta.


Ya parece otra cosa!!







He tenido que comprar unos listones y unos tableros de aglomerado hidrófugo y para el aislamiento le he puesto una primera capa de tela asfáltica. Después le pondré otra tela con forma de tejas que me ha regalado otro amigo y que le sobraban de una obra. Va a quedar de cine!!





Lo siguiente es construir el lugar donde dormirán las gallinas y donde instalaremos los ponederos.



Para eso conseguido un montón de palés y los he desmontado y quitado todos los clavos que tenían. He seleccionado los mejores tablones y los he lijado. He reciclado los clavos y los he utilizado para montar la caseta.

Me ha costado dar con el modelo final, pues me he tenido que adaptar al techado del gallinero que tenía unas medidas concretas.

Pero al final creo que he acertado por completo.






Ahora vamos con el soporte del dormitorio porque no quiero que esté pegado al suelo. Quiero evitar humedades y además las gallinas estarán más protegidas de parasitos y culebras.


Una vez instalado el soporte con bastante dificultad, llega la hora de la verdad y ver si todo encaja en su sito.






Y aquí tenemos montado nuestro gallinero para  6-8 gallinas y la verdad es que no puedo estar más contento.

He cerrado todos los huecos del recinto con malla gallinera y he fabricado una puerta de entrada con listones.

La casita tiene una enorme puerta para acceder al interior y poder limpiar y hacer modificaciones y le he instalado una ventana para que en verano corra bien el aire. 


Le he dado una capa de pintura selladora y una segunda capa de pintura para exterior.  En el interior hay luz y hasta un pequeño ventilador.   




Los ponederos están en el interior y los he fabricado yo con madera en su totalidad. Tiene caída hacia al exterior para poder recoger los huevos sin molestar a las gallinas.


Me han quedado de película y funcionan!!












Posteriormente he ampliado el gallinero con un pequeño corral, aunque la verdad es que les duró un par de semanas porque enseguida vieron que podían salirse volando y ahora se pasan todo el día sueltas por el huerto y por donde quieren.

Parece mentira lo bien que se puede aprovechar un pequeño rincón del jardín y lo integrado que se queda todo.
 






La verdad es que sudé la gota gorda quitando los dichosos clavitos de los pales, pero cuando se hacen las cosas con ilusión y con esfuerzo, podemos conseguir aquello que tanto deseamos.



Os animo a tener vuestras propias gallinas o al menos a consumir huevos de granjas ecológicas!!




Fotos "Cholo Moratalla"