lunes, 29 de octubre de 2012

FLOR DE CALABAZA

Plantar calabazas en el huerto tiene algo especial y no sé si es por el color de sus frutos, por sus formas mágicas o por sus espectaculares flores.


Todo me gusta de las calabazas!!




Las variedades más grandes serpentean por el suelo y ocupan demasiado sitio con un resultado desigual, puesto que es fácil que terminen dándonos solo una o dos calabazas, que en ocasiones acaban estropeándose, dejándonos con la miel en los labios.
Ocurre lo mismo que con las sandías y los melones, es mejor plantarlos en terrenos amplios y despejados, que en huertos pequeños y apretados.

Además es de las hortalizas que compensa con creces comprar en el mercado.

De todas formas no os quedéis nunca con las ganas de plantarlas, pero siempre controlando muy bien su crecimiento.

Sin embargo las variedades medianas y pequeñas son otro cantar.

No solo sirven para llenar la despensa ó de decoración, si no que son verdaderos imanes a la hora de atraer a nuestros mejores aliados en el huerto, los insectos.  Principálmente a las abejas.

 
 
Las curcuvitas son trepadoras,  por eso me encanta guiarlas entre las matas de otras plantas, para aprovechar el espacio y el efecto polinizador.


Aquí las podéis ver creciendo estupendamente entre tomateras cherry.


Desde luego que habrá que plantar las semillas a una distancia prudente y tener cuidado de que no quiten demasiada luz a las plantas vecinas.





Las abejas y otros insectos vienen atraídos por las  bellas flores de las calabazas y de paso nos ayudan a polinizar el resto de especies.



Me encanta verlas trabajar en ese verjel de frutos y colores, un paraíso en miniatura, donde se sienten a gusto y confiadas.


En otoño las ultimas calabazas se afanan por madurar, mientras la madre planta languidece. Es increíble la resistencia que tienen los tallos de los que penden los frutos en un ejercicio de malabarismo vegetal.


 

El color y las formas vuelven a poner la guinda a este maravilloso pastel y nos invita a seguir experimentando la próxima temporada, con nuevas semillas y con diferentes maneras de plantar.


 
 
 




Ahora toca llenar la casa de divertidas calabacitas que nos recuerden durante todo el invierno lo importante que es no utilizar pesticidas para cuidar de esos diminutos, pero ejemplares amigos que son los insectos!!




Fotos "Cholo Moratalla"
                                                                




viernes, 19 de octubre de 2012

GUINDILLAS PARA TODO EL AÑO


Ahora que se acerca el invierno, es hora de empezar a disfrutar de los consistentes y deliciosos platos de cuchara: Cociditos, fabadas, potajes, etc....

Y no hay mejor acompañamiento, mientras te zampas unos buenos judiones del Barco de Ávila ó unas lentejas con chorizo, que unas deliciosas guindillas en vinagre de tu propia cosecha.

Por eso cada año busco variedades distintas para plantar en mi huerto.

Con un cuatro matas, dos de una clase y dos de otra, puede ser suficiente.

El resultado es espectacular!!

Como no suele haber mucha variedad de plantones en los viveros, a veces compro semillas por  internet y la verdad es que merece la pena experimentar.
Otras veces saco las semillas de chiles frescos que pillo en cualquier restaurante o que compro en el mercado.

En un restaurante de La Rioja nos sacaron unas guindillas enormes, de su propia cosecha y casi nos caemos de espaldas de lo ricas que estaban.

Por desgracia, no nos quisieron vender unas pocas y lo entiendo perféctamente.

Buscando en las maravillosas tiendas de ultramarinos de la zona, concretamente en Valdezcaray, encontré unas guindillas riojanas muy parecidas. Son de la marca "TARVIS" y la verdad es que también están muy buenas.

Pero no conforme, busque en internet y resulta que en ebay se venden muchas semillas de variedades súper extrañas.

Encontré unas semillas que coincidían con la variedad que buscaba y las pedí.

Me llegaron perfectamente y en primavera las puse en semillero.
A los pocos días empezaron a brotar!!

Luego las transplanté a su lugar definitivo en el huerto, donde agarraron sin problema.

No dejaron de dar en todo el verano y menos mal, porque están de muerte!!

Cuanto más tiempo están en la mata, más pican. Van cambiando del verde al amarillo, luego al naranja y finalmente al rojo.
Y madre mía como terminan picando las condenadas!!

Lo mejor es cosecharlas cuando están amarillitas y si te gustan más picantes metes en el tarro una roja y ya verás. Auuuuuuuuuuuuu..................!!

Este año encontré esta variedad de piparra alargada y las matas están hasta arriba.



Prácticamente toda la cosecha de guindillas va diréctamente de la planta a los recipientes de cristal, donde las conservo en vinagre para poder disfrutarlas durante el resto del año.

Prepararlas es muy fácil y solo necesitamos:

Un tarro de cristal
Guindillas
Vinagre de manzana ó similar
Mostaza en grano
Pimienta en grano
Ajo (Opcional)
Azúcar
Sal
Agua

En un tarro, metemos las guindillas, echamos un buen puñado de granos de pimienta y otro de granos de mostaza. Luego un puñado de sal y una pizca de azúcar para rebajar la acidez.
Le ponemos un par de dientes de ajo enteros y cubrimos todo con tres cuartas partes de vinagre y una parte de agua.
Luego tapamos y agitamos bien para que se mezcle todo.

Pasados unos días podemos rellenar con vinagre, si vemos que las guindillas no están bien cubiertas.

Y ya está, en unas pocas semanas estarán listas para comer!!

Hay quien pone más ó menos vinagre y quien utiliza otras especias.
Todo es cuestión de gustos!!
Supongo que para una buena y duradera conservación cuanto más vinagre mejor.

Los primeros meses las guindillas están carnosas, crujientes y muy suaves. A partir de los ocho ó nueve meses empiezan a ponerse demasiado blandas y pierden bastante.

La calidad del producto resultante y su sabor es impresionante!!

Os puedo decir que tengo que racionarles las guindillas a mis invitados, porque las devoran y son mías, son mi tesorooooo....jajajajaja....!!


                                                                  Fotos "Cholo Moratalla"

lunes, 15 de octubre de 2012

PIMIENTOS EN OTOÑO

Se terminó el verano, pero no por eso se termina la actividad en el huerto.

Mientras que las temperaturas no bajen demasiado, varias son las plantas que continúan su fructífera actividad. 

En algunos casos incluso de manera sorprendente, ya sea por estar llegando ahora a su máximo desarrollo, como por soportar mejor las suaves temperaturas de otoño que las tórridas jornadas veraniegas.

Sorprende ver como plantas que durante el verano has permanecido en un segundo plano, se muestran ahora radiantes y cargadas de frutos.

Solo hace falta que las heladas tarden en llegar y podremos seguir cosechando hasta bien entrado Noviembre. 

El pimiento (Capsucum annuum) es un buen ejemplo de ello.

Precisamente el miedo a las heladas hace que se retrase su plantación definitiva en el huerto casero, con el consiguiente retraso en su ciclo natural.

Una prolongación del clima veraniego supone un verdadero regalo para nuestras despensas.

Sin duda es una de las hortalizas más agradecidas y fáciles de cultivar.  Eso sí, siempre y cuando cumplamos unos requisitos mínimos. Como queda mucho para la primavera, dejaremos todo el proceso de plantación para el mes de mayo.

Deciros a los que vivís en un piso, que también podéis plantar variedades de pimientos en vuestras terrazas.  Incluso si plantáis alguna variedad de chile en una maceta y durante el invierno la guardáis en el interior, en primavera volverá a florecer.

Sin embargo las heladas en el exterior acaban con la planta en pocos días.

Ahora es tiempo de preparar conservas y de congelar los excedentes.

En mi huerto los pimientos de padrón suelen estar en estas fechas a tope y este año con sólo 6 plantas, de una semana a otra me permite darme un buen homenaje.!!


Las dos fotos siguientes son del 2010 y se me ocurrió dejar que los pimientos de un par de matas crecieran hasta ponerse rojos y madurasen del todo.

 
Madre mía como picaban!!


Los sequé para utilizarlos en la cocina y los guardé de dos formas: Enteros y triturados.

Me encanta el picante y ahora tengo reservas para años...!!

Los pimientos rojos son más delicados y cuesta bastante sacar buenos ejemplares, pero cuando se dan bien, son una auténtica delicia.

Me gusta cogerlos cuando no están rojos del todo y aún tienen algo de verde.

Fíjate en la foto y al comprarlos te recomiendo que te los lleves así.

 El sabor es impresionante!!


El italiano largo no falla nunca y es un ingrediente indispensable para hacer gazpachos, pistos, verduras a la plancha, etc....



Estar cocinando y decir: "Necesito un pimientito"  y acercarse al huerto a cogerlo de la planta y luego directamente a la sartén...., no tiene precio!!



Al pimiento verde gordo le pasa como al de padrón, que tarda en empezar a dar, pero luego ya no para.
Eso sí, conviene ponerles una guía y atarlos porque la planta se parte con facilidad debido al peso de los frutos.


Procuro probar cada año con nuevas variedades de pimientos y la verdad es que no me suelen fallar.

Tan sólo hay que ir a comprar a un par de viveros distintos y buscar en ellos plantitas de clases diferentes.

Otra opción es comprar las semillas por Internet, pero luego hay que poner semillero, etc....

Para un huerto casero yo os recomiendo comprar directamente los plantones.

Los pimientos de piquillo no se dan nada mal, pero al no poder escoger variedades comerciales, suelen salir más pequeños, desiguales y con la piel más dura.


                          Luego cuesta un poco más pelarlos para hacer conservas.


Pero la verdad es que siempre merece la pena poner un plan de plantitas y luego asarlos y servirlos con un buen entrecot a la parrilla.

 
Hmmm.....deliciosos!!  


                                                                      Fotos "Cholo Moratalla"

jueves, 11 de octubre de 2012

LA GRANJA EN CASA

Aunque el tema principal de este blog es el huerto, no por ello dejaré de animaros a montar una pequeña granja en casa.
Por supuesto habrá que cumplir unos mínimos requisitos, indispensables para alcanzar nuestros objetivos.
Mi experiencia ha sido absolutamente enriquecedora.

 
Y si hablamos de los huevos, ya para que os voy a contar. Hay un antes y un después en el mundo del huevo frito, la tortilla de patata, etc......!!
Aquí tenéis de tres razas distintas: Gallina Americana, Gallina Inglesa y Gallina Blanca.



Fabricar un gallinero tú mismo, comprar unas gallinitas, criarlas con mucho cariño y recoger sus huevos es algo maravilloso.

Pero asistir al nacimiento de un pollito en ese micro mundo que hemos creado supera cualquier espectativa.

Este fue el primero de los que nacieron en mi corral y aún recuerdo los saltos, los gritos de alegría que pegué al verlo.

Es algo mágico!!

Compré un par de gallinas inglesas para complementar el gallinero y meses después conseguí un gallo de la misma raza, pero el pobre murió a los pocos días.
Pasaron varias semanas y un día al acercarme al corral, escuche lo que parecía el piar de un polluelo. No me lo podía creer, allí estaba él, junto a su madre!!
Os podéis imaginar, salí corriendo, saltando, gritando, llorando....fué increible y muy emocionante!!


No sabía que su madre lo estaba incubando y jamás la ví hacerlo. Mis gallineros están diseñado para gallinas, no para humanos y me encanta dejar huecos ocultos, donde los animales pueden esconderse para no ser molestados.
Y está claro que funcionan!!

Aquí va el pequeñín con su madre, seguido de una inquieta vecina.

Esta variedad de Gallina Inglesa está muy valorada por su belleza y sobre todo por su carne, al tener un tamaño considerable.
Los ingleses la intrujeron en sus colonias para abastecerse de carne y huevos sin un coste elevado en la producción.
Los huevos son pequeños y de color beige.
 
Por supuesto no recogí los huevos que quedaban de esa especie y se los dejé para que entre las dos los incubaran, con la poca esperanza de que estuvieran fertilizados.

Y.....tachán...., nacieron otros cinco pollitos!!


Luego llegaron otros inquilinos, como estos pollos de Gallina Castellana. Juntos parecían velociraptores. Madre mía, qué carreras detrás de moscas y saltamontes!!


Y otros, como el pobre "X"...."un juguete" que ya no le hacía gracia a sus dueños. Nosotros le adoptamos y le dimos un hogar.

 
 
Hasta que llegó "Panda"

 
Pero esa es otra historia!!
 
 
Fotos "Cholo Moratalla"
 
 
 






 

miércoles, 10 de octubre de 2012

PRIMERA COSECHA


Fresas, tomates, pimientos, berenjenas,....las primeras cosechas nunca se olvidan!!

Esta fue una de mis primeras recolectas en el año 2003 y no os hacéis una idea de la ilusión que me hizo.
Recuerdo que un vecino muy aficionado a la horticultura me regaló unos guisantes para plantar y tras seguir sus consejos, el resultado no pudo ser mejor.


Además de un huerto, tener unas cuantas gallinas, es altamente recomendable!!

 
 
Tres años después de comenzar con el huerto ya no utilizaba pesticidas y me importaba mucho más la salud de mi huerto, que la cantidad de tomates que pudiera recoger.

Pero la naturaleza es muy sabia y sobre todo muy generosa y termina por premiar a aquellos que la respetan.

A este gamberro, junto con otros 6 ó 7 compañeros que se libraron de la cazuela, lo introduje yo en el huerto en el 2006. Si no son una plaga, los caracoles son muy beneficiosos, ya que su baba es rica en sales minerales y sus desechos aportan abono natural a la tierra.

Al final todo suma!!

Además, no hay nada más bonito para un niño que encontrar uno en el huerto y jugar un rato con él.
Creo que es muy importante que se familiaricen desde pequeños con otros seres vivos a los que tenemos que respetar.

Eso sí, después de marear un poco al pobre caracol hay devolverlo al huerto!!

La foto es del 2008 y era fácil de reconocer por tener la carrocería dañada, jajajaja....pero ya hace tiempo que no lo veo.


Reconozco que mi intención era introducir unos cuantos para que me ayudaran a conseguir equilibrio en el huerto y de paso echar unos cuantos a la cazuela, cuando fueran demasiados.

Pero la verdad es que aún no he podido hacerlo, por dos razones:

Lo primero porque después de seis años, la colonia de caracoles está muy estabilizada y el número de ejemplares adultos no superará los 20 ó 30 y la mitad acabarán en el estomago de los piratas alados que visitan mi huerto. Los demás caracoles son muy pequeños.

Y lo segundo porque cuando empiezas a ver a los habitantes del huerto como socios y ayudantes necesarios para mantener en él un equilibrio natural, cuesta mucho incarles el diente!!

En fin, cualquier día me animo con una paellita valenciana de la huerta...jajaja...!!


                                                                Fotos "Cholo Moratalla"





PRESENTACION

Hola amigos y amigas:
Os doy la bienvenida a este espacio, dedicado al gratificante mundo de los huertos caseros. Antes de seguir quisiera darle las gracias a Rosa, mi querida mujer, por ayudarme y animarme a crear este blog.     
Me gustaría compartir con todos vosotros mi humilde experiencia en este campo para ayudaros a montar vuestro propio huerto. La fotos son originales y están hechas con mucho cariño durante años por mí.
He de decir que mi visión de la horticultura es diferente a la de otras personas, puesto que entiendo el huerto como una prolongación de la naturaleza y no sólo como la explotación material de unos cuantos metros de tierra.
Con el tiempo me he dado cuenta de que a veces es mucho más satisfactorio ver crecer una planta que la simple recolección de su fruto.
Hay que tener en cuenta que en ocasiones es infinítamente más barato comprar ese fruto en el mercado que producirlo nosotros mismos. Por lo tanto, buscar sólo el rendimiento económico a tan pequeña escala sería un error.
Es más interesante y divertido encontrar el equilibrio entre: Inversión/Dedicación/Recompensa.
Esos son tres factores muy a tener en cuenta a la hora de poner un huerto.
Hay otro factor igual de importante, que es aportar un granito de arena a cuidar de nuestro planeta y de los seres que lo habitan. Pájaros, insectos, anélidos....etc. Ellos serán nuestros mejores aliados y en alguna ocasión nuestro pequeño dolor de cabeza, jajajaja.....!!!
Pero al final del día cuando observéis vuestro huerto, podréis contemplar el maravilloso mundo en miniatura que habéis creado donde antes sólo había un montón de tierra estéril o un rincón abandonado y entenderéis que cualquier esfuerzo habrá merecido la pena.